Vaya tela el añito
que llevo, no me cuelgo porque soy devota de la Virgen del Puño, y las cuerdas no son
gratis…
No debería bajo ningún concepto escribir en momentos como
este, pero tengo dos opciones, ya que no puedo evitar lo de escribir, y es guardarlo
en el cajón” donde tantos otros esperan ver la luz”, o publicarlo… Últimamente,
lo del pudor de mostrar lo que sientes,
o piensas, en mi caso, ha pasado a un segundo término, ya no es importante, o
al menos no es tan importante.
Hay cosas que escribo
y me guardo ¡Obviamente! Pero cada vez me importa menos que se sepa, que
quiero, que pienso y que siento…Igual es cuestión de hacer terapia gratis,( que
también), que para eso os he avisado que cofradía es la mía…
Pues eso, que andaba yo con mis cosas
lamentándome de mil de ellas a la vez(os
puedo asegurar que tengo millones razones para hacerlo, pero no os voy a
aburrir) y entre ellas estaba la de “Vaya tela, con las comunicaciones!”
¿Sabéis lo que es un día intentando solucionar historias mil y que nadie te
conteste, ni al teléfono ni por ningún otro medio? Pues eso me ha pasado a mi
hoy, pero vamos, que eso pasa a un segundo término, solo es un añadido más al
cumulo de cosas. Pero aunque a veces no lo parezca, yo soy la persona más
optimista del mundo y una vez que pasa esto se me olvida, y me vuelvo a
ilusionar. Y claro, vuelta a la decepción….
Bien, que para que se me ocurrirá a
mi escribir estando con la moral bajo mínimos, si lo que puede salir de aquí,
no es bonito, peeeero, prometo contaros que bonita es mi Navidad, un dia de
estos, y eso si es alegre…
Lamento que los que lleguéis hasta
aquí, solo hayáis encontrado un montón de lamentos, no es mi intención, pero es
lo que hay…
Mañana será otro día.