Pues he reincidido…Si, como lo oyen, he vuelto a hacerlo
Y es que soy muy facilona, lo reconozco, a mi no hay que
insistirme mucho en según qué cosas
Este año también estaba en una carroza en la Romeria
! Curioso!
A ver, lo de curioso,
es porque las carrozas en las que he participado pertenecen al AMPA del colegio
María Auxiliadora, y mis niños no estudian ahí… ni en ningún otro sitio…porque
claro está que no hay niños…
Ni siquiera sobrinos.
! Que el único que estudio en este cole tiene ya 23 años!
Pero un buen día llego una de las chicas de la directiva e
hizo la pregunta mágica…
¿Julia, quieres…?
Y Julia quería….
Pues nada en tal sitio a tal hora empezamos…y ¡manos a la
obra!
Y vuelta a la ilusión.
¿Y que os voy a contar? Pues que da gusto trabajar con gente
con ilusión, con mamis que además trabajan y sacan ratitos para ir haciendo
cosas y que cuando una se desesperaba y se venía abajo, y decía que no nos iba
a dar tiempo, otra le levantaba el ánimo inmediatamente, y que a fin de cuentas
lo que importa son los ratitos buenos que pasamos y la pena es no poder pasar
más.
Una de las mayores
satisfacciones es la de sentir que estas recuperando una tradición
perdida, que la calidad o perfección del trabajo a veces no es lo más
importante aunque entre nosotras las hay perfeccionistas (si todas fueran como
yo, sería un desastre).Menos mal que hay algunas para compensar…
Insisto como lo hice el año pasado cuando ya escribí sobre
esto, en lo bonito de superar todos los impedimentos que van surgiendo, que no
son pocos, sin problemas entre nosotros y siendo cada una de un genio distinto
y sin que se note nada
Acá se aceptaban todas las opiniones sin rechistar.
Y cada una aportaba la cuota de tiempo y saber de que
disponía
Eso también te da ganas de volver a repetir un año más. Y
este año, no todas éramos las mismas del
año pasado
! Qué va! algunas si nos conocíamos del año anterior (trabajando, quiero decir,
conocernos , nos conocemos todas),pero hemos trabajado muy a gusto y a mí me ha
faltado tiempo para poder comentar detalles.
Es tan gratificante
el recorrido hasta la Iglesia, la llegada allí, ver a la gente y oírlas, ver
como se emocionan, como nos ha ocurrido este año, que hemos visto lagrimas de
emoción en alguna cara.
El recorrido tras la
Virgen hasta llegar a la Ermita es de lo más divertido.
No nos vemos con el resto de carrozas pero nos mantenemos en
contacto, a voces y mediante las compañeras que nos acompañan a pie.
Yo estoy muy agradecida de que hayan contado conmigo un año
más, Lamento mucho no poder participar en la de San Isidro y ya estoy ideando
cosas para el año que viene
¿Me aceptaran de nuevo?
