Un año más pasó el carnaval, un carnaval que se presentía un
tanto oscuro para mi, y que sin embargo a pesar de haber sido un poco atípico e
incompleto no por ello menos divertido.
Cuando el pasado noviembre me escayolaron, dije adiós a
todos los planes que tenía, aunque interiormente albergaba la esperanza de que
pudiera recuperarme para el mes de febrero.
No fue así del todo,
pero había una solución y era participar a medias en los actos del carnaval, ósea,
nada de desfiles.
Eso dolía…
Si de verdad hay un acto en el que disfrute es en esos
recorridos donde se pegan pinotes y te sientes un poco loca interpretando el
papel del que vas disfrazada, pero no podía arriesgar…
Y no arriesgue!
Y no lo pase mal del todo…no podía bailar, no era conveniente, pero si podía
hablar y reírme y eso se me da muy bien,
Tengo que decir que lo principal para que todo haya ocurrido
así sobre ruedas se lo debo a mi grupo de carnavaleras, a ese TROPEZON, que no
se ha venido abajo en ningún momento a pesar de la bajas importantes de este
año por infinidad de problemas y podía empezar a detallar uno a uno y me
saldría la entrada de blog más larga de todas las escritas hasta el día de hoy.
Se nos han roto brazos, pies, nos han operado hombros, nos
ha fallado la salud y otra serie de circunstancias, en fin un montón de motivos
para que nos hubiéramos venido abajo.
Si me pongo a hablar
de “La sede” no sé qué decir…nos ha pasado de todo, pero al final todo lo hemos
ido solventando.
Cuando hay ganas de pasarlo bien, se pelea hasta el final y
de eso este El TROPEZON sabe mucho y este año lo hemos puesto todo en práctica.
Según íbamos solucionando algo íbamos planeando el siguiente
carnaval.
Este año, he observado un nivel de trajes y coreos que me ha encantado, me
gusta ver como los carnavaleros se van superando, y no se amilanan ni con el
frio ni con la precipitación de un carnaval tan tempranero.
Me han enamorado
especialmente algunas de las letras de Los Monagos y su puesta en escena, más cuidada que nunca, creo que en conjunto
quizás sea su mejor año, bueno, no creo, lo es…
Todo esto me hace tener aun mas esperanza en una fiesta que
me apasiona.
Solo hay dos puntos que no acabo de entender y es porque no se viste más gente mayor y porque el entierro de la sardina parece cosa de solo unos cuantos.
Solo hay dos puntos que no acabo de entender y es porque no se viste más gente mayor y porque el entierro de la sardina parece cosa de solo unos cuantos.
En los dos casos digo que si probaran se lo pasarían en
grande.
El entierro es una de
las cosas divertidas que hay y lo otro , pues … a las pruebas me remito, nuestros
disfraces no suelen ser competitivos, porque a estas alturas ya lo que queremos
es reírnos y doy fé de que lo conseguimos…
Y acabando ya, quede claro mi agradecimiento a todos los
Nos vemos en el próximo carnaval…
Este verano, SÍ