jueves, 14 de mayo de 2020
ESTO SE VA ACABANDO...
Suena raro decirlo, pero si antes me quejaba de que me faltaba tiempo para
todo, en los últimos dos meses, ni siquiera he encontrado un hueco para
escribir, pero no solo para publicar, sino ni si siquiera para guardarlo entre mis cosas
que no ven la luz.
Y si digo que suena raro es porque llevo esos mismos dos meses oyendo y
leyendo que la gente se aburre, que los días se le hacen eternos y cosas así, en
mi caso es normal, si tenemos en cuenta que yo al trabajar en el sector de
trabajos esenciales, he continuado con mi vida “habitual” y además he tenido que
ampliar mi jornada, aparte de eso, solo he echado de menos mi tiempo de ocio fuera
de casa, que he comprobado de paso, que es bastante escaso.
Pues eso, que dada la situación, he consumido mucho tiempo leyendo ,informaciones
sobre qué estaba ocurriendo y oyendo más radio que nunca, usando el wassap y relacionándome
con amigos y vecinos como a diario antes
de esto no tenía tiempo de hacer, dándonos ánimos cuando alguien se desmoronaba
un poco , intercambiando noticias y pareceres, y así lo vamos llevando…
Como a todos, estos días me han servido para recapacitar sobre muchas
cosas, para valorar otras tantas y para dejar a un lado las que me producían irritabilidad.
Y como todos, sueño con que esto acaba y volvemos a la vida normal, sin más
bajas y remontando felizmente de todo lo que se nos viene encima.
Dicen, de forma martilleante, que de aquí vamos a sacar una lección y que
acabaremos siendo mejores personas y valoraremos los sacrificios de todos, cada
uno en su medida
Me he vuelto un poco escéptica al respecto y creo que somos unos noveleros
que nos apuntamos a la última moda en cualquier sentido, y cuando todo esto
acabe, retomaremos nuestras vidas, casi como si nunca hubiera pasado nada, nos
olvidaremos de los agradecimientos, y del peligro pasado.
En algunos casos, esta pandemia va a quedar en mera anécdota.
Y ahí, es donde yo empezaría cabrearme, y me saldría la vena de guerrillera
sino fuera porque a mi esta situación me ha aportado una dosis de empatía y una
pasividad en algunas ocasiones y con algunos temas, bastante grande.
En otro momento, me habría sabido a cuerno quemado, la actitud de egoísmo,
de los que no pueden estar sin ver a sus parejas y se saltan el confinamiento,
de los que tienen que abrazar a sus amigos aunque eso conlleve un peligro
añadido, de los que piensan ( no son todos , pero alguno hay) que te dice que
si aguantas sin besar a los tuyos es porque tus sentimientos no son tan fuertes…
En otro momento si, en este momento,
únicamente procuro guardarme de según qué contactos (Bastante riesgo tengo ya
en mi trabajo).
Y procuro ponerme en su lugar y
entenderlos.
Y no juzgar a nadie…
Molesta mucho ver a gente alardeando de saltarse las normas, y mirándote de
forma conmiserativa porque tu te aguantas con lo que te ha caído.
Tengo una caja que hice en la primera semana de este estado de alarma en la
que iba metiendo los abrazos que no he dado y que si dios quiere daré.
Y ya, no sigo, que el sueño empieza a hacer mella. Ese es otro de los
cambios de eta situación, el sueño cambiado por completo a deshoras y escaso…
Ya solo queda irse reincorporando.
¡Sed buenos ¡
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