Una página
en blanco, mil ideas bullendo en la cabeza, un ratito libre por delante, ganas
de soltar lastre, un teclado a mano.
Solo me
falta la Coca-Cola.
Voy a por
ella y a ver qué es lo que sale…
Lista!
¿Y ahora qué? ¿Por dónde empiezo? ¿Por lo poco
que cuesta romper una ilusión a veces? ¿O por lo fácil que es ilusionarse sin
medir las posibilidades?
Y es que llevo unos días dándole vueltas al
tema. Ya sabéis los que vivís cerca de mí, que soy de darle vueltas a las cosas
y desmenuzarlas, y desde hace poco tiempo para acá observo una enorme cantidad
de desencanto en distintas facetas, y en muy distintas personas.
Lo cierto es que iba buscando un punto en
común en todo ese maremágnum , y me ha sido imposible encontrarlo, cada caso es
completamente distinto, aunque algunos se parezcan, y pueden tener puntos
afines precisamente dos desilusiones que en principio no tengan nada que ver
una con la otra, como por ejemplo, una relacionada con un tema laboral y otra
referente a un desengaño con un amigo, y por el contrario
pueden no coincidir en sus motivaciones,
dos “desilusiones” que si sean de la misma clase,
Pero ¿a dónde
nos lleva esto?
Realmente a ningún
sitio, pero como una es como es y no puede evitar cuestionárselo todo, pues
después de haber hecho esta especie de reflexión en voz alta, si alguien tiene
respuestas, yo agradecería conocerlas.
¿Alguien ha tenido una desilusión recientemente???
¿Alguien ha tenido una desilusión recientemente???
Yo me estoy
preparando para una, por no haber medido mis posibilidades…! Me voy a quedar
sin crucero!
Bueno pues yo también soy de las que doy vueltas a las cosas, tengo la costumbre de observar las actuaciones de la gente, palabras, gestos y expresiones de la cara ayudan a conocer la naturaleza humana.
ResponderEliminarEn mi opinión el desencanto viene generalmente porque nunca estamos contentos con nuestra situación, los que no tienen trabajo es lógico, pero los que lo tienen se quejan también, gano poco, trabajo mucho, estoy mal valorado etc.
Uno de los problemas es que solemos fijarnos en lo bueno que tienen los demás y no en lo bueno que tenemos nosotros, aunque siempre está la excepción confirma la regla.
¿He recibido una desilusión recientemente? No, sencillamente porque no espero nada de nadie ¿Es triste? No, es vivir en la realidad, como dice la canción el mundo es así, no lo he inventado yo, cuando se trata de salir de fiesta ahí estamos todos, pero aparte de eso por lo general la gente va a lo suyo.
Creo que el no esperar nada de nadie tiene sus ventajas, no sufres ninguna desilusión e incluso a veces te llevas alguna sorpresa agradable al encontrarte con un amigo que realmente lo es para algo más que para salir de juerga.