martes, 29 de julio de 2014

REFLEXIONES.

Hace un par de días ocurrió algo muy sencillo que me hizo reflexionar, en realidad era algo en lo que había pensado infinidad de veces, pero nunca o casi nunca había expresado en voz alta, pero como ya tengo los años suficientes para hablar sin temor y medir las palabras solo lo justo, pues voy a plasmarlo en un post; Veréis, el hecho en cuestión, fue que unos chicos de LOS GLOBOS, me vinieron a decir que si podía colaborar en alguna medida con ellos para el evento que en unos dos meses llenara nuestras calle de magia, color y teatro, por supuesto , mi colaboración, no puede ser muy esplendida, porque no pintan buenos tiempo, pero no va a faltarles, tendría que estar yo “mu tiesa” para no patrocinar un evento de teatro, y no reconocer una labor como la de ellos.

El caso es que esto es lo que me hizo reflexionar, A ver, nos quejamos continuamente de que el pueblo se muere, y es cierto que se muere, a este paso, vamos a ser un pueblo dormitorio, donde no habrá servicios de ningún tipo…
¿Qué exagero? Pues a lo mejor un poco, pero no creáis que ando muy descaminada.
¿Y qué tiene que ver la petición de estos chicos con lo segundo? A simple vista es justamente lo contrario.
 Pues sí, tienen  un nexo dentro de mis reflexiones.
En este nuestro queridísimo y precioso pueblo, somos dados a quejarnos de que no hay cierta cosas, pero sí que hay otras ¿y de que sirven si no las usamos? Me explico, no salimos a tomarnos una copa, porque no hay ambiente, ¿Cómo va a haberlo si nos quedamos en casa? Porque hay crisis y las copas cuestan dinero ¿en otros sitios son gratis? Porque lo cierto es que te das un día una vuelta por casualidad por Badajoz, o cualquier pueblo de los alrededores y están los bares contando con la presencia de gente del pueblo, siempre. Con esto de no tener trabajo, o no estar tan bien remunerados como antes, no salimos de cena…
Aquí…
Nos vamos a La Roca, Valdebotoa, o a donde nos pille en ese momento con ganas de ir. Lo de la cesta de la compra, ya es que no tiene ni por donde cogerlo, sobre todo a primeros de mes, cuando hay dinero, no pisamos una tienda del pueblo ni de coña…hacemos la compra en el Carrefour, en Mercadona, etc, etc. Y así con todos los negocios del pueblo…
Y ahora viene la segunda parte, que es donde entra lo que me hizo reflexionar sobre todo esto. Cada vez que hay un evento (afortunadamente todavía se celebran algunos) donde se pide financiación es en los negocios locales mayormente, en algunos de ellos, exclusivamente. Y me pregunto Si el dinero que se genera en el pueblo se invierte fuera del pueblo, ¿de donde esperáis que saquemos para financiar estas cosas?
Está claro que con su dinero cada uno acude a donde quiere, ¡No seré yo quien diga lo contrario! pero cada vez, podremos ayudar menos, cada vez se buscara a menos personas para que echen una mano ( remunerada, claro!)Cada vez…cada vez…cada vez…habrá menos locales, porque a este ritmo no hay quien aguante.
Decía mi madre, que era tan refranera como mi amiga Pili Roa, (incluso ahora no recuerdo a cuál de las dos le he oído decir esto), “Manos que no dais, que esperáis”.
Pues a reflexionar y a ver si entendemos, que esto es la pescadilla que se muerde la cola, para levantar el pueblo  no es suficiente con montar una fiesta un día.
TODOS, estamos implicados, y TODOS, hacemos cosas que no favorecen en nada el crecimiento del pueblo.
No dejemos que se convierta en un sitio donde solo se duerme, no se VIVE


jueves, 3 de julio de 2014

EDADES.

A veces me he preguntado si yo era una persona normal. Me refiero a normal en el sentido de cumplir con todas las etapas de la vida en su justo momento.
A ver, me explico, por más que me miro al espejo, no concibo que mi edad sea la que es, y si hablamos de actitud, ya mejor  lo pienso un par de veces, y es que resulta que incluso aunque el espejo refleje arruguitas y tal, que las refleja, porque los años por lo visto no pasan en balde ! y una ya no es una jovenzuela precisamente!, lo  otro es harina de otro costal, me parece imposible que hayan pasado tantos años por mí, y el caso es que salvo una etapa, no muy lejana en que las circunstancias dictaron otras cosas, yo me he dedicado a vivir casi cada minuto, es decir, que no puedo quejarme de haber cumplido años si disfrutarlos, seria “pecado”  hacerlo, ofensivo para quien no ha tenido la ocasión de hacerlo, nunca para quien lo ha desperdiciado.
Hay quien conociendo mi forma de ser, la achaca, a mi falta de responsabilidades por el hecho de no tener hijos, yo no lo veo así, pero tampoco tengo pruebas de lo contrario.
Bien, la historia es otra y hace unos días comentando con un amigo, que cumplía años, los mismos que yo, como ha cambiado la vida, los jóvenes, los maduros (grupo en el que nos incluíamos, el y yo, con reservas), los abuelos… nada es como era, antes a los cuarenta años, la gente era mayor, hoy afortunadamente no; Pues ya no cuadraba esa teoría de las responsabilidades que suponen unos hijo, porque yo no, pero él si tiene. Pero además hay excepciones más notorias, y en esa nos incluíamos los dos ( y bastante gente más que conozco), y entonces, yo hablaba del síndrome de Peter Pan, pero tampoco, no cumplimos  las premisas necesarias para llegar a esa conclusión.
Decidimos que es una cuestión de espíritu, obviamente d espíritu joven en nuestro caso, no reconocemos la edad del DNI, aunque si reconocemos haber cumplido todos esos años, pero no nos reconocemos tampoco en el estereotipo que nos corresponde según esa fecha.

Creo que a estas alturas todo el que esté leyendo, esta tan liado como yo, pero resumo, aun  apetece (nos apetece) convivir y estar a la altura de gente con muchos menos años, casi más que con los de nuestra   edad que llevan el ritmo normal que la vida impone,
 ¿Somos raros por eso?
 Pues no, ya sé que no lo somos.
Que por cierto,  somos más de los que creía…



Esas pequeñas cosas De vez en cuando la vida, te dá palos y te compensa a la vez, estoy convencida de que siempre encuentra algo para equil...