Hace unos días a la vuelta de mis cortísimas vacaciones,
como es lógico y natural he ido encontrándome a gente , familia, amigos
conocidos, clientes, etc, que me preguntaban que tal lo había pasado;
dependiendo del interés que se supone que tienen unos y de las ganas de hablar
que tuviera yo en ese momento, las respuestas han ido de muy cortas, escuetas,
a un relato pormenorizado, pero me he dado cuenta que en todas mis respuestas,
o en la mayoría por lo menos había una palabra que en todo momento ha definido
lo que han supuesto estos días de asueto y esa ha sido REIR, el mejor resumen
que puedo hacer es que me he reído muchísimo.
Y una vez que llego a esa conclusión pongo en marcha la máquina de darle
vueltas al tarro y empiezo a analizar por qué lo más destacable ha sido que !me
he reído tanto!.
A ver, para mí lo de viajar era más prioritario que
descansar en un principio, desde hace
muchos años, me encantaba conocer sitios nuevos o descubrir rincones
desconocidos en lugares anteriormente
visitados, en un plano casi por encima de el anterior estaba pasar algunos días
en una playa, fuera el mes de agosto o el de Marzo,
a veces no era posible
porque también me encanta el turismo de interior, y ver monumentos, y conocer
las distintas gastronomías ( ¡que
boquita tengo¡) y disfrutar de las costumbres del lugar de turno, aprender de
todo eso, hablar con las gentes del sitio al que fuese, en fin…un batiburrillo
de cosas que hacían que cualquier elemento
que pudiese fallar, no tenía importancia, porque en la balanza siempre
pesaba más lo bueno que lo no tan bueno.Hace años, empecé a viajar sola, en principio por obligación y después ya por costumbre y un puntito de egoísmo, no tenia que plegarme en ningún momento a los deseos de nadie y haría siempre lo que quisiera, que eso también es un arma de doble filo, pero eso sería otro debate…
Siempre he vuelto asombrada por algo, y pensando en que el día que pierda mí capacidad por asombrarme estaré más muerta que viva.
Y volviendo al principio, cabe la pregunta ¿Ahora ya no me interesa nada de eso, que solo le doy importancia a reír? Pues nada más lejos de la realidad; me siguen interesando las mismas cosas de siempre, pero por encima de todo eso, me interesa reír, a carcajadas si es posible, o en voz baja, dependiendo del sitio donde surja la risa. He comprobado que con la risa, se alejan los fantasmas, los malos humos, los problemas…
A veces no hacemos el mas mínimo esfuerzo por reírnos, para empezar de nosotros mismos, y esta comprobadísimo que eso!! Te da una paz!! Y Reír es como comer pipas, o rascar, solo hay que empezar…
Por eso a pesar de todo lo bueno y bonito (también ha habido alguna cosa no tan buena) que ha habido en esas vacaciones, lo verdaderamente importante es que me he REIDO muchísimo.
Gracias a la gente que me ha acompañado, porque ellos a veces han sido los que han provocado esas risas.
Tenedlo en cuenta.
No recuerdo ni uno solo de mis viajes al que no le haya sacado el punto positivo.