EL GRADUADO

Dos meses de espera, de preparativos, de incertidumbre,

 ¿me emocionare? ¿aguantare el tipo sin llorar? 

Y de pronto, en un Pis Pas, todo acaba
Cuando hace ese tiempo más o menos ,mi sobrino el mayor me comunico la fecha de su graduación, supe que no podía faltar, yo tenía que estar ahí, aunque resultara un poco más difícil al no ser en la misma ciudad donde una vive, bueno, al lado de donde una vive, que aquí no se gradúan más que los de la guardería y poco mas  y hoy, a toro pasado estoy encantada de haberlo hecho.

Han sido tres días superemocionantes , muy completos y divertidos y en los que ha habido de todo, bueno, tan de todo, que incluso algunas cosas sobraban…pero mejor ni las cuento. Los que saben lo desastre que estoy hecha no les extrañaría mucho, ha habido un momento en estos  días, en que mi hermana, hacia un recopilatorio de todo lo que me iba pasando, y a ella le parecía… ¿anormal?, y nada que ver con la realidad, ya le dije que es más habitual de lo que ella cree que me ocurran todas esas cosas…y algunas mas.

Pero vuelvo al protagonista de estos días

Ver subir las escaleras de ese escenario y mirar cómo le imponían su banda a ALVARO, ha sido una de esas cosas bonitas que pasan de vez en cuando, más bien de tarde en tarde.

 Y poder disfrutar de ellos todos estos días, en plan distendido, sin compromisos de ningún tipo, haciendo simplemente lo que apetecía en cada momento, un autentico placer.

Lástima, que como todos los cuentos, tienen un final, este no iba a ser distinto  y el domingo hubo que volver a casa.

 Y volvimos.

Él se quedo allí.

Ahora nos quedan unos días el regusto de los días pasados, las emociones compartidas, la satisfacción  de estar juntos.

Quiero más días así!!!!

 

Manos que no dais...

Anoche no quise poner nada sobre la gala, porque en caliente no tenía muy claro si me iba a salir todo o no lo que quería decir, hoy ya a toro pasado, a mis sensaciones, además  hay que sumarle lo que he leído ya esta mañana y si ayer Salí de subidon,  hoy no me bajo de ahí.

Ayer  me acordaba de mi madre y su frase de “Manos que no dais,¿ qué esperáis?”, y últimamente me doy cuenta que dando lo poco que tengo, que es tiempo y no mucho y un poco más, de lo que sé hacer, recibo unas alegrías inmensas, En el caso que os cuento salí ganando con creces.

 Ayer viví un backstage especial,yo que llevo unos cuantos p’al cuerpo,  nunca me toco estar de espectadora en  ninguno, mi intervención era corta y por lo demás, no tenía ningún papel en la organización del evento, obviamente acabe subiendo alguna cremallera y colocando alguna flor, jajajj

Vi moverse a mas de 60 personas en una frenética gala donde estaba todo milimetrado, con hasta cuatro cambios de vestuario por grupo, y que hasta las sorpresas cuadraron en el programa, todo quedo perfecto, porque había una persona que se lo había currado perfectamente, Raquel, y porque sus niñas, y sus mujeres y su Isra, a pesar del alboroto que se monta dentro no fallaron y bailaron como bien saben hacerlo y hasta cuando se cae un abanico, lo recogen y siguen bailando como si nada, eso es de artistas…

Y al salir, ufff, al salir, yo no estoy acostumbrada a esto, si ya me había gustado el detalle de que me regalaran un ramo de flores, meterme entre el público fue emocionante, no me lo podía creer…

Me fui a recoger mis micros a la cabina de sonido y me paraban para felicitarme, pero es que , no puedo explicar la cara de sorpresa que debía de tener, porque cuando te expones al público, sabes que puedes gustarle a unos y no hacerlo a otros, que unos te lo dirán y otros no, pero yo estoy muy agradecida al publico de anoche, y por ende a quien me invito a subirme  a ese escenario donde tan a gusto me sentí.

Y va a ser verdad lo que decía Margarita
Manos que no dais… ¿Qué esperáis?