Andaba yo, de un lado para otro, hiperactiva, que es lo primero que me pasa cuando la incertidumbre sube a niveles altos, y al tiempo pensaba en cosas que he oído en estos días, unas con mejor intención que otras y en como algunas me han resbalado soberanamente y otras, han quedado ahí, ahí…
Yo siempre he sido una incomprendida, es verdad, tengo alguna virtud y un montón de defectos, pero os juro que no soy mala gente…
Puede que maniática a veces y con reminiscencias aun de
aquella rebelde de 15 años y alguno después- no muchos más, que abrí los ojos,
aun jovenzuela- y como entonces, me gustaba pelear por todo lo que consideraba
un derecho… Ya no tanto…
¿Por qué de este rollo de introducción?
Pues, sinceramente no lo sé, soy mucho de divagar…
Pero estoy convencida
que también hoy, aunque hable en primera persona, habrá gente que se sienta
identificada.
¿Verdad?
Pues eso, que la “crisis existencial “por la que paso, no es ni más ni menos, porque a pesar de que me gusta planificar todo con tiempo y hago listas de cada cosa que tengo que hacer, esta vez, a menos de una semana de salir de vacaciones, y aunque tras muchas dudas y mucho sopesar las opciones, allá por el mes de junio hice una reserva, a día de hoy no me atrevo ni a hacer listas , ni maletas, ni nada de nada.
Todo es incertidumbre, ahora todo depende de un bichito
diminuto que nos está haciendo una pupa enorme a cualquier nivel imaginable.
No es el miedo el que impide que pueda
hacer mis planes como siempre, para nada, al virus en cuestión le tengo un
respeto, todo el respeto del mundo, El miedo se lo perdí en el transcurso del
estado de alarma, durante el que sufrí, varias crisis( cortas, pero crisis) de
ansiedad cuando salía de casa para irme a trabajar, entonces si era miedo,
incluso pánico lo que le tenía, y me aficione a las tilas, desde entonces,
abuso de las infusiones relajantes y ahora ya miro al ( ¿O se dice LA?)COVID
con otra perspectiva, respeto, prudencia y rezar…
Ya me voy perdiendo, hoy lo que quería decir es que todo a nuestro alrededor ha cambiado, nada es como era, lo sabemos, lo sé, pero la incertidumbre es de todas, todas, la que ocupa más espacio en nuestras vidas.
Nadie sabe que puede ocurrir mañana, si habrá colegio, si se
podrá acceder a la Universidad, si se podrán hacer unas prácticas, si se podrá
celebrar una comunión, o cualquier otro evento,
si la operación que tienes pendiente, te la harán o no…y en mi caso,
ahora mismo, si podré salir unos días a desintoxicarme de todo lo padecido
estos meses…
La cabeza no deja de dar vueltas y no hay pasado mañana,
todo es Ahora y punto.
¡Maldita incertidumbre ¡ .