domingo, 25 de abril de 2021

CUANDO UN AMIGO SE VA.

 




Pasados los primeros días, y ya un poco más tranquila, que no menos apenada,  quiero escribir hoy sobre mi amigo del alma, mi compañero de tantas y tantas batallitas, el que hace unos días  decidió que ya había cumplido con creces su misión aquí, y se fue…

Dicen que todos tenemos cosas buenas y malas, según los ojos que nos miren, yo no voy a querer creer que todo fuera perfecto en ti, como no lo es ni en mi ni en nadie, pero la balanza me lleva a pensar que  el plato se hunde del lado de lo bueno

Y no es que siempre pensáramos lo mismo…!Que va¡

 ¡Y vayas si hemos tenido desacuerdos nosotros dos!,

Pero nos duraban un momento y eso no te restaba ni un ápice en mi afecto, porque reconocí en ti a un colaborador necesario  e imprescindible en cada nueva aventura que emprendía, a un amigo dispuesto a decirme su opinión en todo momento, me gustase o no, a un compañero de juergas, un conversador valido en infinidad de temas.

Empezamos a movernos juntos, cuando tú, siendo  apenas un quinceañero , yo con algún añito más, nos iniciamos en la maravillosa aventura de nuestra querida cabalgata de reyes, cuarenta y tantos  años después, hemos ido sumando proyectos, asociaciones culturales, en varias versiones, y a las que te entregabas de pleno y además movías, arrastrabas a más gente para la causa. Siempre participativo y siempre en cabeza.

Y fue en una de esas asociaciones donde decidimos traer un cursillo de teatro, que fue primordial para demostrarnos que teníamos ese gusanillo en el cuerpo, que nos gustaba un escenario como a pocos y que el hecho de hacer reír a la gente nos resultaba de lo más satisfactorio, y acabado ese cursillo nos iniciamos en ese mundo que hasta el final hemos seguido practicando en mayor o menor medida y desde todos los puntos necesarios para llevar a cabo esa labor.

Siempre cerca de mí, ayudándome, orientándome, y hasta aguantándome cuando me ponía un poquito insoportable.
Me vienen a la memoria infinidad de momentos vividos juntos, no puedo olvidar, tu boda, en la que disfruté como en pocas bodas, creo que acabé aburriéndoos de las veces que os dije que me lo estaba pasando como los indios.
Formastes tu propia familia y les fuiste enseñando a respetar y querer a tus amigos.

Eso es muy bonito.

Algunos viajes juntos, pocos, no es viajar lo que más hemos hecho juntos…

¡Pero que divertido cuando lo hicimos!

Y sobre todo innumerable reuniones, comidas, cenas  y eventos varios.
¡Qué bien lo pasábamos siempre!

No sé si he conocido a alguien más desprendido que tú, generoso siempre y trabajador nato.

Ansioso por aprender siempre sobre cualquier cosa, nunca te gusto fardar de tus conocimientos sobre algún tema que tú manejaras, recuerdo tus comentarios/información sobre el vino, tema que me apasiona por cierto aunque desconozco todo, tú siempre aportabas algo y lo hacías sin alardear, compartías todo lo que aprendías.

Se me agolpan los recuerdos, de tantos días vividos…



Tus titiriteros, Arriba el Telón,  tus amigos todos, la Hermandad de la Virgen, tus compañeros de trabajo ,la peña El Buche también te van a echar mucho de  menos,

Tu huella no ha quedado solo en tu familia, tu bonita familia

En este último año y pico me has enseñado mucho, contigo aprendí de la importancia del sentido del humor, comprobé que la fuerza mental nos ayuda en infinidad de ocasiones, que somos fuertes aunque no lo parezcamos, que sonreír aun cuando el corazón llora es beneficioso para la salud.

 No sé si en algún momento has sido realmente consciente de lo importante que eras para mucha gente, pero lo eras, y mucho.

Te has ido dejando un hueco enorme, un vacío que tendremos que rellenar con los bonitos recuerdos que nos atan a ti.

Yo así espero hacerlo.

Adiós amigo, espérame donde estés.


Esas pequeñas cosas De vez en cuando la vida, te dá palos y te compensa a la vez, estoy convencida de que siempre encuentra algo para equil...