Pasados los primeros días, y ya un poco más tranquila, que
no menos apenada, quiero escribir hoy
sobre mi amigo del alma, mi compañero de tantas y tantas batallitas, el que
hace unos días decidió que ya había
cumplido con creces su misión aquí, y se fue…
Dicen que todos tenemos cosas buenas y malas, según los ojos
que nos miren, yo no voy a querer creer que todo fuera perfecto en ti, como no
lo es ni en mi ni en nadie, pero la balanza me lleva a pensar que el plato se hunde del lado de lo bueno
Y no es que siempre pensáramos lo mismo…!Que va¡
Pero nos duraban un momento y eso no te restaba ni un ápice
en mi afecto, porque reconocí en ti a un colaborador necesario e imprescindible en cada nueva aventura que emprendía,
a un amigo dispuesto a decirme su opinión en todo momento, me gustase o no, a
un compañero de juergas, un conversador valido en infinidad de temas.
Empezamos a movernos juntos, cuando tú, siendo apenas un quinceañero , yo con algún añito más,
nos iniciamos en la maravillosa aventura de nuestra querida cabalgata de reyes,
cuarenta y tantos años después, hemos
ido sumando proyectos, asociaciones culturales, en varias versiones, y a las
que te entregabas de pleno y además movías, arrastrabas a más gente para la
causa. Siempre participativo y siempre en cabeza.
Y fue en una de esas asociaciones donde decidimos traer un
cursillo de teatro, que fue primordial para demostrarnos que teníamos ese
gusanillo en el cuerpo, que nos gustaba un escenario como a pocos y que el
hecho de hacer reír a la gente nos resultaba de lo más satisfactorio, y acabado
ese cursillo nos iniciamos en ese mundo que hasta el final hemos seguido
practicando en mayor o menor medida y desde todos los puntos necesarios para
llevar a cabo esa labor.
Siempre cerca de mí, ayudándome, orientándome, y hasta aguantándome
cuando me ponía un poquito insoportable.
Me vienen a la memoria infinidad de momentos vividos juntos, no puedo olvidar,
tu boda, en la que disfruté como en pocas bodas, creo que acabé aburriéndoos de
las veces que os dije que me lo estaba pasando como los indios.
Formastes tu propia familia y les fuiste enseñando a respetar y querer a tus
amigos.
Eso es muy bonito.
Algunos viajes juntos, pocos, no es viajar lo que más hemos
hecho juntos…
¡Pero que divertido cuando lo hicimos!
Y sobre todo innumerable reuniones, comidas, cenas y eventos varios.
¡Qué bien lo pasábamos siempre!
No sé si he conocido a alguien más desprendido que tú,
generoso siempre y trabajador nato.
Ansioso por aprender siempre sobre cualquier cosa, nunca te
gusto fardar de tus conocimientos sobre algún tema que tú manejaras, recuerdo
tus comentarios/información sobre el vino, tema que me apasiona por cierto aunque
desconozco todo, tú siempre aportabas algo y lo hacías sin alardear, compartías
todo lo que aprendías.
Se me agolpan los recuerdos, de tantos días vividos…
Tus titiriteros, Arriba el Telón, tus amigos todos, la Hermandad de la Virgen, tus compañeros de trabajo ,la peña El Buche también te van a echar mucho de menos,
Tu huella no ha quedado solo en tu familia, tu bonita familia
En este último año y pico me has enseñado mucho, contigo aprendí
de la importancia del sentido del humor, comprobé que la fuerza mental nos
ayuda en infinidad de ocasiones, que somos fuertes aunque no lo parezcamos, que
sonreír aun cuando el corazón llora es beneficioso para la salud.
No sé si en algún momento
has sido realmente consciente de lo importante que eras para mucha gente, pero
lo eras, y mucho.
Te has ido dejando un hueco enorme, un vacío que tendremos
que rellenar con los bonitos recuerdos que nos atan a ti.
Yo así espero hacerlo.
Adiós amigo, espérame donde estés.
Bonitas palabras, para una persona bonita de corazón como era Alonso.
ResponderEliminarMuchas gracias. El se merece estas y mejores palabras.
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